¿Sabes cómo proteger a tu bebé del frío? ❄️ ¡Nosotros te decimos cómo!

Que el frío no es bueno para nadie no es nada nuevo. Pero, los bebés son especialmente vulnerables a los cambios bruscos de temperaturas. En plena ola de frío es indispensable conocer cómo podemos proteger su delicado cuerpo del frío y las bajas temperaturas, tanto dentro como fuera de casa. Hay que protegerles del frío pero siempre en su justa medida.

1. No es aconsejable abrigar de manera excesiva al bebé o mantenerle en habitaciones con la calefacción muy elevada, ya que esto le puede provocar un sobrecalentamiento corporal.

2. No se debe exponer al lactante a cambios bruscos de temperatura y es recomendable tratar de llevarle a la calle en las horas centrales del día, porque es cuando los contrastes son menos fuertes. 

3. La temperatura ideal para el entorno del bebé es de unos 20º y se recomienda una humedad mínima del 50%.

4. Ya que el mecanismo de termorregulación del recién nacido no está del todo desarrollado, es aconsejable controlar su temperatura corporal en la nuca y en el cuello. Otros signos como el color de piel, el sudor, las manos frías o calientes etc. podrían inducirnos a error.

5. Un ambiente demasiado seco puede impedir que el organismo del lactante expulse de manera correcta las impurezas, dado que la nariz se obstruye y esto puede ocasionarle dolor de garganta y tos.

6. Debido a la aparición de mucosidad más abundante en esta época más fría, es importante mantener la higiene de las mucosas del bebé utilizando suero fisiológico o un aspirador nasal.

7. Es aconsejable vestir al bebé con prendas suaves y poco ajustadas, que permitan la correcta ventilación de la piel y que no les provoquen rozaduras.

8. Es importante mantener hidratada la epidermis del bebé. Las cremas dotadas de activos humectantes y emolientes son las más aconsejables.

9. Debemos tener en cuenta que el sistema inmune del bebé aún no está del todo desarrollado y, por lo tanto, es recomendable extremar las medidas higiénicas en su alimentación, ya sea en el caso de la lactancia materna o del lactante con biberón.

10. Nunca debemos medicar a un bebé sin la supervisión de un pediatra.

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